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LAS ONDAS CEREBRALES PRACTICANDO YOGA.


A través de un encefalógrafo el ser humano puede medir un proceso electromagnético de naturaleza ondulatoria que

ocurre en distintas

fases del cerebro humano.



Cada tipo de onda cerebral se corresponde con una frecuencia vibratoria diferente en el cerebro y está relacionado con diferentes estados o niveles de conciencia.



La practica de yoga influye e induce deliberadamente al practicante hacia determinados estados cerebrales de conciencia. Cada tipo de estado va a generar diversas influencias en el organismo, en el estado psico-emotivo y en la toma de decisiones en cada aspecto de nuestra vida (por ejemplo: una decisión impulsiva reaccionando a una emoción vs. una decisión en centramiento tras meditación no intelectual).



Los cuatro estados de frecuencias cerebrales son : Estado Beta, Estado Alfa, Estado Theta y Estado Delta.


Estado Beta: es el estado de conciencia ordinaria o estado de vigilia, en este estado impera el intelecto, el razonamiento y el análisis, estado más activo del Hemisferio cerebral izquierdo. A través de este estado se desarrolla la acción de la vida cotidiana. Se percibe una realidad dualista, persona y subjetiva. Estamos muy ligados a la percepción del tiempo lineal (pasado, presente y futuro).


Una de las diferencias entre el Yoga y el deporte es que vibran a una frecuencia diferente. Por lo general y salvo casos específicos, el deporte vibra en el banda Beta, mientras que el Yoga vibra a partir de la banda Alfa. Un Yoga que vibre en la banda Beta no es realmente Yoga.

Estado Alfa: es en esta frecuencia cuando empieza a imperar el hemisferio cerebral derecho. La separación entre el observador y el objeto que observa se diluye, se favorecen los procesos meditativos, de interiorización, de presencia y los procesos de sanación. En esta banda vibratoria comienzan a desplegarse las potencialidades internas del ser y la posibilidad de percibir la realidad más libre de las influencias del ego y del enfoque lineal de espacio-tiempo, permitiendo una realidad perceptiva sostenida del momento presente, siendo más conscientes de nuestra energía y comenzando a recuperar las perdidas que han podido darse en el estado Beta.


Estado Theta: es la frecuencia que se da cuando estamos somnolientos o estamos a punto de entrar en la fase de sueño. Es una banda ideal para la generación de meditación más profunda, procesos de hipnosis y regresivos.


Estado Delta: Es la banda del sueño profundo y no suele haber conciencia.


Una de las grandes diferencias entre Yoga y el deporte es que este primero persigue con su práctica la evolución del Ser. El Yoga se enfoca en cambiar la frecuencia de las ondas cerebrales durante su práctica, provocando que el sistema nervioso del practicante modifique su funcionamiento y entre en determinados momentos en estados más efectivos de interiorización mental.


De esta manera nos ayuda a diferenciar aquello que nos da energía de aquello que nos la quita, generando un mapa que, si bien se presenta evidente una vez delante nuestra, nos sorprendemos de lo invisible e influyente que había sido en nuestra vida y cómo la conducía.


Namasté.



Marta.

Fuente: Formación instructores de Yoga - Instituo Europeo de Yoga.


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